martes, 24 de noviembre de 2015

Dia 12. Llegada a Amboise, OMG!

Bienvenidos a mi salón,

Hoy os contaré la aventura de nuestra llegada triunfal a Amboise.

Llegamos a nuestro camping, no sin algunos incidentes. El gps vuelve a enredarnos y lo que debería de ser una entrada directa y cómoda se convierte en una situación digna de cualquier sketch.

Una vez salimos hacia la carretera que nos lleva a Amboise, llegamos no al camping sino al centro de pueblo, que desde luego es muy bonito y digno de ver, pero no arrastrando una caravana, pues sus calles estrechas y empedradas no lo hacen nada fácil.
Tras varios intentos de salir de ese embrollo, y después de varias vueltas en las que siempre llegamos al mismo punto, decidimos "tirar para adelante", y llegamos a la vía principal que no por ello más ancha.
 A todo esto he de matizar que es domingo por la mañana, muy soleado, a tope de turismo y mercadillo.
Una vez situados en la escena, la masa nos lleva sin remedio al maravilloso Ponts du Maréchal Leclerc, que cruza La Loire.
Ponts du Maréchal Leclerc
Empieza la acción, y no encontramos en la vía principal, donde peatones, coches y turistas deambulan a sus anchas, donde no falta el ciclista que se cruza, el turista despistado que se queda en en medio del cruce, el motorista que quiere adelantar, el abuelo que quiere cruzar, en fin, como si fuera una carrera de obstáculos, y nosotros con nuestro caracol a cuestas, preparando lo que viene a ser un enorme atasco, en el que un buen hombre sacando medio cuerpo por la ventanilla de su coche y llevándose las manos a la cabeza nos grita con acento francés " Madrrrrreeeee de Diosssssss".
Aunque he de reconocer, que nadie, absolutamente nadie nos pitó ni nos incordió, creo que en el fondo  les dábamos pena.
Y como de todo se sale en esta vida, también salimos de ésta.
Cruzamos como pudimos y nos dejaron, este precioso puente y llegamos sin más incidentes al camping, donde pudimos relajar nuestros nervios y prepararnos para lo que serían unas preciosas jornadas de visitas a los maravillosos Castillos del Loira.

Esa tarde, vistamos Amboise.
Ciudad medieval y famosa por la mansión donde vivió Leonardo da Vinci, y el castillo que alberga su tumba, el castillo de Amboise.

Sus calles estrechas, con sus casas entramadas de madera son un claro ejemplo de su arquitectura, y en este caso paseando como es debido entre sus callejuelas, podemos admirar todas sus construcciones.

Al fondo la Torre del Reloj
Ahora imaginaros una caravana circulando
Castillo de Amboise

Bueno, pues sin más y después de un paseo relajante por este precioso pueblo, damos por terminado nuestro día.
Y recordad, ¡dadle alas a la escoba!


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario, gracias por tu aportación