Con motivo de la llegada de la primavera, hoy quiero dar las gracias a La Madre Tierra, tan maltratada y con la que tan desagradecidos somos.
Con tanto desarrollo hemos olvidado, de dónde venimos y cuáles son nuestros orígenes, quién nos protegió del frío, nos dio alimento, nos proporcionó nuestro primer cobijo, y un largo etc.
Ahora que vivimos rodeados de todo lo imprescindible, nos hemos olvidado de la que siempre ha estado y está con nosotros, nuestra Tierra, a la que debemos de cuidar si queremos que los alimentos sigan naciendo de la tierra, que podamos seguir disfrutando de esos baños veraniegos, que calme nuestra sed, que nos de esa satisfacción de corretear por el campo, de poder pasear por un bosque y seguir escuchando su sonido.
Y con ello no quiero decir que tengamos que irnos a vivir al monte, el suelo donde está edificado nuestro edificio es tan digno como el mejor de los campos, nuestra maceta en el balcón es tan bonita como las flores de un jardín y el agua que sale de nuestro grifo tan buena como la de un manantial.
Sólo quiero reflexionar, en que cuidemos nuestro entorno, y que demos las gracias todas las mañanas por lo que tenemos. Si respetamos La Tierra, ella nos seguirá cuidando y proporcionado todo aquello que necesitamos, no la ignoremos.
Y para terminar os dejo un enlace de un vídeo de un maestro Q´ero. Donde de una manera sencilla y clara nos da las pautas para vivir en armonía con la Naturaleza sin tener que renunciar a nuestro móvil.
Y por último agradecer a mi gran amiga Ana, ésta y otras muchas aportaciones.
Y recordad, ¡Dadle alas a la escoba!
