Capítulo 5 y final.
Oscuridad y silencio….
De nuevo el abismo, ese vértigo que la envuelve.
Al otro lado está él, le tiende la mano, su mano…
Ya no es un desconocido.
Poco a poco levanta la mirada y se encuentra con esos ojos, llenos
de luz y esa sonrisa, que la está diciendo…¡Ven!
De su pecho sale una luz, se acerca hacia ella…
De pronto, siente que se le abre el pecho, su alma va hacia la de
él, pierde el control, se deja llevar como si fuera un baile.
Son dos almas gemelas, ambas se funden en una sola, siente un
agradable calor, la luz lo ilumina todo, invade su cuerpo y se funden en un
solo ser.
Cuando por fin, abre los ojos, se encuentra con la mirada de él….sigue
sintiendo ese calor, esa sensación de bienestar, siente que ha estado a su lado
siempre. Ahora sabe que le conoce, ha sentido su alma…y se ha unido a la suya.
-Lo siento.
-¿Te encuentras bien?
-Sí,gracias.
-¿Necesitas algo?
Qué pregunta tan sencilla y qué difícil de responder…
-Me llamo Mario, no
pretendía asustarte.
-Lo sé, es…
-¿Quieres que paseemos? Quizás caminar un poco te siente bien.
Mario se levanta y le tiende la mano.
Esa mano…
Ella le da suya, y en el preciso instante en el que su piel roza
la suya vuelve a sentir ese calor, esa sensación extraña de familiaridad.
Eleonor sonríe y se incorpora, pasear le sentará bien.
Caminan en silencio por la orilla del lago, la tarde es preciosa,
el sol ha caído y se apoya en el agua, necesita ya descansar, dejar paso a la
luna.
Mientras pasean, Eleonor pone orden en su cabeza.
Le mira de reojo, es
realmente atractivo…siente que su estómago tiembla. ¿Será esto a lo que llaman
“mariposas”?..nunca había sentido nada parecido, sus relaciones habían sido más
bien escasas, un par de rollos de verano cuando era adolescente y un compañero
de la universidad, nada importante, nada que destacar… pero esta vez era
distinto, se sentía diferente y ahora que paseaban tan cerca el uno del otro…
Mario no le había soltado la mano, seguían paseando como una
pareja…una pareja de extraños que se conocen de siempre. Son almas gemelas.
Él lo sabe, lo ha sentido igual que ella, llevan buscándose
eternamente y por fin, se han encontrado, sabe que son afortunados, pocas almas
llegan a encontrarse, la mayoría vaga por el infinito, buscándose…
Se miran, sonríen, saben que cuando dos almas gemelas se
encuentran, permanecen unidas a través de los tiempos.
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