99 cumpleaños de la Voz

Bienvenidos a mi salón:

Tal día como hoy pero de 1915 nacía "la voz".
Hoy tengo como invitado a Francis Albert Sinatra.

Hijo de inmigrantes italianos.
Ya desde el nacimiento, su vida fue complicada.
Debido a los forces, le perforaron un tímpano y le dejaron una cicatriz en una oreja. A causa de su carácter fanfarrón, su afición por el boxeo y la música, dejó los estudios. Aunque yo me pregunto quién dejó a quién.
Desde muy jovencito iba con su padre a cantar en su taberna acompañado de una pianola y mas tarde de un ukelele. Fran se dedicó a imitar a los grandes de la época, aun no sabia que él tenia su propio estilo, y que sus canciones serían cantadas por millones de personas en todo el mundo. Sin conseguir nadie imitar su voz.
Trabajó en todo lo que pudo, desde vendedor de periódicos,camionero, recadero, y cronista en un periódico, todo para poder comprarse un coche y ropa. Como os podéis imaginar con su carácter, no fue un adolescente modélico, llegando a tener problemas con la policía.
El destino quiso que un día de 1933, con la que seria mas tarde su mujer, viera la ultima actuación en directo de Bing Crosby. Y desde ese momento decidió que quería cantar. ¡Y vaya si lo hizo!
Lo curioso es que desconocía el torrente de voz que tenia, por lo que utilizaba el  micrófono para que su voz sonara por encima de la música. Aún no sabía que tenía una gran voz, y una forma muy especial de contar historias a través de la música.
A partir de aquí nace Fran Sinatra. Siempre tuvo esa sonrisa cautivadora, que le hacia conseguir todo lo que quería, pero nunca dejó de ser un fanfarrón, pandillero, juerguista y mujeriego. Permaneciendo en  la cuerda floja entre lo legal y lo ilegal. Pero lo que es indiscutible es que nació con una voz privilegiada, de la que muchos disfrutamos. Y qué mejor que juntar a dos grandes del Jazz. Con ellos nació el concepto de contar una historia a través de la música. Este otro grande es Louis Armstrong.

Hoy Fran cumpliría 99 años. Y su voz sigue tan fresca como el primer día.

Y recordad: ¡Dadle alas a la escoba!