jueves, 30 de abril de 2015

No es todo oro lo que reluce

Bienvenidos a mi salón,

Con este puente que se avecina que mejor que irnos de excursión, hoy nos vamos al Bierzo, y concretamente a las Médulas.

Las Médulas son una de las explotaciones mineras mas grandes del Imperio Romano.
Entre todos los paseos que se hicieron los romanos por nuestras tierras una de las cosas que nos dejaron como muestra son estas magníficas explotaciones mineras.
Fue durante los siglos I y II d.C. cuando los romanos conscientes de que estos territorios gozaban de la fama de ser la región del mundo con más oro nativo decidieron instalarse por estos lugares, a la vez que los sometían, para remover mas de seiscientos millones de metros cúbicos de tierras.
Siendo todo el norte de la Península una zona rica en oro, Las Médulas, se convirtieron con diferencia en una de las mayores explotaciones auríferas del imperio, pues en ellas se dan todas las condiciones para que así sean: tierras con oro, abundante agua con mucha pendiente para producir fuerza hidráulica y suaves pendientes hacia el Sil para el desagüe.

Os podéis imaginar quiénes realizaron estos trabajos:
Todos los españolitos de a pie de la época y demás esclavos, lo que convierte a Las Médulas no sólo en un gran paraje sino también en la obra de miles de personas que dejaron su vida para su construcción, por lo que tiene mi doble admiración, ya que de alguna manera todos somos descendientes de aquellos esclavos que trabajaron en aquellas minas en unas condiciones laborales muy poco recomendables, como podréis imaginaros.

Para visitar Las Médulas, tendremos que llegar al Centro de Recepción de Visitantes donde nos pueden informar de las rutas de la zona.
Se puede ir directamente a las cuevas o  ir por la Senda de las Valiñas, un sencillo recorrido circular de unos 6 km.

Cómo podéis imaginaros yo he elegido el paseo por esta Senda.

Al salir del Centro de Visitantes, comienza una pista asfaltada, en suave subida y tras un paseo por castaños centenarios nos lleva hasta la "Fuente de la Tía Viviana".
En este punto tenemos la opción de subir al Mirador de Orellán por un sendero señalizado que sale a la derecha del camino, subiendo a través de un bosque de hayas y castaños.
Tras media hora de de fuerte subida, llegamos al mirador donde observaremos una bonita panorámica de toda la zona. Un precioso lugar para el merecido descanso.
Una vez visitado el Mirador, al cual también se puede acceder en coche, regresamos por el mismo camino hasta la fuente.
Continuamos caminado hasta el final de la pista asfaltada por un camino que nos lleva hasta "La Cuevona", la entrada de una galería de unas de las minas romanas.
Seguimos el camino y llegamos hasta la entrada de otra galería, "La Encantada", una de las más bonitas.
Tendremos que retroceder hasta "La Cuevona", y a escasos metros tomamos un sendero a la derecha que en un cómodo paseo de ligero descenso nos lleva de nuevo al punto de partida.

Todo el recorrido es sencillo, y adecuado para niños, quizás la zona más complicada sea la subida  al Mirador de Orellán, pero podéis dejarlo y visitarlo luego en coche.

Os dejo algunas de las fotos del recorrido, pero os animo a realizar las vuestras propias pues es un paraje espectacular que merece la pena visitar, teniendo en cuenta toda la carga histórica que tiene ademas de su belleza.
El inicio

Paseo por el bosque

Llegada a la bifurcación

Iniciamos el ascenso hasta el Mirador de Orellán
Vistas desde arriba




Al fondo el balcón del Mirador

Visita a la Cueva del Mirador

El regreso a la bifurcación

Vistas de las galerías




Paseo hasta el Centro de Visitantes










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