Después de haber visitado Bayona, el pasar un día en este pueblecito pesquero, es un regalo para la vista.
Nada que ver con Bayona, San Juan de Luz, se abre al mar, donde los colores y la luminosidad inundan el pueblo.
Su mercado, con su gran actividad nos da paso a olores y sabores.
La casa de Luis XVI (1643-1645) y la casa de la Infanta de España, María Teresa, son el sello de paz a la guerra entre Francia y España.
Con este matrimonio se pone fin a la guerra.
San Juan de Luz es hasta finales del siglo XVII una ciudad con una importante actividad comercial debido a su puerto.
Pero el mar junto con la lluvia y el viento, terminan destruyendo la protección natural de sus maravillosos acantilados, por lo que a partir de 1670, el pequeño pueblo se ve inundando varias veces.
Para evitar estos desastres se construye un muro de 400m, pero aún así, la fuerza de las tempestades azota cada vez con más ímpetu a San Juan de Luz, donde sus habitantes una y otra vez reconstruyen el muro.
Será en 1782, cuando el mar no tendrá clemencia e inundará todo el barrio de Barre, destruyendo 40 casas y el importante convento de las Ursulinas.
La actividad del puerto se paraliza, y los habitantes de San Juan de Luz, desanimados y afligidos tienen que abandonar su ciudad.
Durante el reinado de Luis XVI se reanudan las obras de protección del puerto, pero en 1822, el mar vuelve a arrasar el pequeño barrio de Barre.
Pero no todo fueron desastres, este bonito pueblo, también es conocido como la "Ciudad de los Corsarios, donde los balleneros y bacaladeros fueron convertidos en corsarios por mandato real, para proteger al puerto de cualquier embarcación enemiga.
También su buen clima ,su luz y su tranquilidad, hacen de esta villa, a finales del siglo XVIII, un lugar ideal para los baños, que tan de moda se ponen.
Será por ello que el ayuntamiento en 1843, manda construir la primera casa de baños, donde actualmente se encuentra el Hotel del Golf, ofreciendo a sus clientes, cabinas de baños calientes y frios, música y salones de lectura, pero será de nuevo el mar, quien termine con este negocio, que cerrará sus puertas en 1879.
Pero, igual que antaño se reconstruía el muro, la casa de baños será otra vez construida en la actual Pérgola, siendo inaugurada el 1 de julio de 1880, con 60 cabinas de baño.
Tal fue el éxito, que llegó a registrar 25.000 baños.
Será a partir de este momento donde San Juan de Luz, es elegido como destino turístico de toda la aristocracia, y donde es fácil encontrarse paseando al mismísimo Alfonso XIII de España, al príncipe de Baviera, al príncipe de Gales, al marajá de Kapuntala, y un sin fin de nobles nombres.
Todo esta vida, le da a este bonito pueblo, un aire especial, que se respira cuando paseas por sus calles, por su playa y por su puerto. Un sitio donde sin duda volveré porque me cautivó, en cuanto llegué.
Y recordad, ¡dadle alas a la escoba!
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