Bienvenidos a mi salón,
Dejamos para el final de nuestra estancia la visita a Bordeaux.
Con una gran actividad fluvial llegamos a esta ciudad, donde el tráfico también es el protagonista.
Bodeaux, habitada desde los Neandertales, ha sido saqueada y atacada, entre luces y sombras ha ido resurgiendo esta ciudad portuaria, codiciada por unos y por otros.
Con el matrimonio de Leonor de Aquitania con el que luego fue Enrique II de Inglaterra, esta ciudad resurgió sobre todo con el comercio del vino.
Para Leonor de Aquintania (1124-1204) era su segundo matrimonio, pues ya se había casado en esta ciudad con Luis VII, siendo ella una niña y él un joven rey de tan solo 17 años.
Para Leonor, que venía de la corte de París,amante del arte, de la música y de la poesía, se encontró con una ciudad austera, algo que la sorprendió en un principio, pero que enseguida ella intentó cambiar, siendo por ello muy criticada.
Este matrimonio insulso y sin entusiasmo, donde el heredero varón no llegaba, pues sólo tuvieron dos hijas, hizo que la joven reina, se divorciara, creando de nuevo un escándalo y dejando perplejo tanto al marido como al rey.
Leonor, demostró durante su matrimonio que tenía un fuerte carácter, tomando decisiones e interviniendo en las cruzadas, algo por lo que fue criticada y culpada por la derrota que sufrieron, "no era bueno que las mujeres acompañaran a sus esposos, pues eran fuente de pecado", por lo que encontraron la excusa perfercta para justificar su derrota. En fin, ¡que cosas tiene la historia!
Poco tardó esta controvertida reina en volverse a casar, en este caso, con el futuro rey de Inglaterra Enrique II.
Este matrimonio fue mas fructífero y llegaron a tener ocho hijos, la mayoría varones, por lo que fue otro duro golpe para su ex, que vio como su dinastía no tenia futuro.
Pero no todo fueron alegrías, después de los primeros años de buena convivencia, llegaron otros de gran desolación para esta reina, que tuvo que ver cómo su marido se paseaba con su amante.
Enrique que había repartido sus territorios entre sus hijos, se vio envuelto en batallas y guerras por estas tierras, y Leonor alimentó la revelión de sus hijos, llegando incluso a aliarse con su exmarido.
Tal fue el enfado de Enrique que aunque llegó a perdonar a sus hijos, no fue así con Leonor, a la que recluyó durante 15 largos años.
Leonor tuvo que espera a la muerte de sus esposo, para poder salir de su reclusión, y ver como su hijo Ricardo era coronado rey de Inglaterra.
Con sus ya 60 años, esta reina, pensó que podía pasar el resto de su vida en paz y tranquilidad, pero nada más lejos de ello, pues tuvo que ejercer de reina madre cuando su hijo Ricardo se fue a las cruzadas, defenderle cuando fue encarcelado, y una vez en libertad, al no tener Ricardo desdendiente, empezó una lucha por el trono entre Arturo el sobrino de Ricardo, y Juan, su hermano pequeño.y
Al final la reina medió a favor de su hijo Juan.
Más de 80 años tenía esta reina cuando falleció en Poitiers, dejando una gran huella, en la historia, pues ha sido descrita como manipuladora por unos e inteligente por otros.
Lo que no cabe duda es que, fue amante de las artes y que vivió su vida como quiso.
Con todo ello, Bordeaux, floreció, dando lugar a la gran ciudad que conocemos hoy en día, famosa por sus vinos, bañada por el Garona, con grandes iglesias, catedrales y universidades.
Nombrada Patrimonio de la Unesco en 2007, destacan el Monument aux Girondins, una alegoría a la libertad, el Gran Teatro, La Catedral de San Andrés, La Plaza Royale, La Basílica de Saint-Michel y la famosa Place de la Bourse con su Espejo de Agua ( Mirroir D`Eau).
Os dejo unas fotos de esta visita, y de esta gran ciudad donde antiguedad y modernidad se juntan en un instante.
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