Hoy os hablaré de un cazador y perseguidor de brujas.
En 1590 Isabel I de Inglaterra y Jacobo VI de Escocia, compartían reinado.
Jacobo se casó con Ana de Dinamarca, y al regreso de su boda, unas terribles tormentas acosaron las embarcaciones, el rey que era muy temeroso no dudó en pensar que eran producto de hechizos y maleficios. Este afán del rey de pensar que todo lo catastrófico era el resultado de brujas y hechiceros, se debe a que desde su nacimiento sufrió una serie de desgracias personales que le marcaron toda su vida.
Siendo un bebé fue abandonado por su madre María I de Escocia, ya que ésta tuvo que huir del país,y más tarde fue decapitada en una cárcel inglesa, su padre fue estrangulado por una conspiración, por lo que el pequeño Jacobo fue coronado rey con tan sólo un año de edad.
Hasta él mismo sufrió varios intentos de secuestro y de asesinato.
Todo esto le marcó profundamente haciendo que recelara de todo y de todos.
Durante su estancia en Dinamarca, se interesó mucho por la brujería, los hechizos y los maleficios, por ser este país el centro neurálgico de la caza de brujas. Por eso no dudó, ni por un momento que la tormenta era una conspiración para matarle. Además en Europa se vivía una época de enfrentamiento religioso entre protestantes y católicos, llegando a pensar que muchos de los rituales religiosos eran obra de satanás.
Una de la primeras masacres que se realizaron fue al norte de Alemania en 1589, donde se llegaron a quemar vivas a 33 mujeres, siendo habitual la quema diaria de 20 personas.
En 1590, Jacobo convencido de que las tormentas que incomodaron su viaje eran obra de un maleficio preparó una persecución de lo que consideraban brujas, y una centena de mujeres fueron encarceladas y torturadas, siendo la gran mayoría ejecutadas. Muchas de ellas eran curanderas y sanadoras, de origen muy humilde, mujeres solteras o muy mayores y unas grandes conocedoras de los males humanos, y que de alguna manera intentaban aliviarlos, desde luego ninguna practicaba magia y ninguna era bruja.
Se han encontrado pruebas escritas, que están recogidas en el Museo de la Brujería de Boscastle. Uno de los casos más conocidos fue el de Agnes Sampson, detenida por ser la culpable del maleficio que casi hace naufragar la embarcación del rey. Agnes era muy conocida como partera y curandera, cuando la detuvieron la sometieron a todo tipo de torturas y humillaciones, llegando a ser el propio Jacobo quién la interrroga, tal fue el sufrimiento que padeció, que al final confesó que era bruja, y que ella había sido la artífice del maleficio del naufragio. Confesó tal cantidad de barbaridades que hasta el mismo rey llegó a dudar de que todo lo que contaba fuera cierto, ella para convencerlo y pensando que así aliviaría su pena, le comentó una conversación privada que había mantenido el monarca con su esposa, de esta manera no le quedaba ninguna duda de que era una bruja. ¿Cómo sino iba a saberlo?.... lo que no se percató Jacobo, es que los monarcas no tenían privacidad alguna, siempre estaban rodeados de sirvientes, y seguramente ese comentario salió de alguno de ellos.
En fin, cosas de la historia. Después de estas declaraciones Agnes y muchas más fueron quemadas, ellas fueron las primeras pero les sucedieron mas de 2500 personas entre hombres y mujeres acusados de brujería.
En 1597, se produce un caos, debido a un grave error.Al parecer había una mujer que era capaz con solo de mirar a las personas de saber si eran brujas o no, un día acusa a una mujer de bruja cuando días antes la había absuelto, esto hizo dudar al rey de su credibilidad, y preguntarse si todos los crímenes cometidos habían sido justos.Pero poco le duró la duda, pues pensó que para que esto no se volviera a repetir escribió un libro titulado Demonología, donde se recogen todos esos aspectos que pueden hacer pensar que una persona adora al diablo y practica magia negra. Este libro se utiliza como referente para seguir con las cruentas persecuciones.
En 1603 hereda el trono al morir la reina Isabel I de Inglaterra, y se agudizan las cacerías,llegándose a quemar libros y perseguir a los católicos por pensar que están relacionados con la brujería.
En 1625 el rey Jacobo muere y lejos de terminar con estas crueldades, en 1645 aparece Matthew Hopkins, con el cargo de "General Cazador de Brujas", recorriendo todo el este de Inglaterra en busca de brujas, y obligándolas a confesar, con métodos tales como privándolas del sueño y clavándolas agujas, pues la tortura esta prohibida, (¡menos mal!) llegando a condenar a 300 mujeres.
En 1682 se produce la última ejecución por brujería en Inglaterra, pero se han encontrado pruebas de que se han estado practicando rituales de magia hasta 1970.
Nada más que añadir a esta entrada de hoy, afortunadamente todo esto ya pasó, pero seguimos persiguiéndonos los unos a los otros, dejemos ya de cazar brujas y empezemos a vivir en armonía.
Y recordad, ¡dadle alas a la escoba!
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